ABULAC
          
Asociación Burgalesa de Laboreo de Conservación

ARTICULO 2

PRINCIPAL   DOCUMENTACION   ACTIVIDADES     CONTACTA    SEMBRADORAS 

    

    

 

 

AGRICULTURA, ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE.

Alejandro Tapia (Agricultor)

    La agricultura es uno de los oficios más antiguos del mundo y, en sus comienzos, condicionó en gran medida toda la evolución general de la humanidad.

    En la actualidad esta profesión quizá no tenga la misma influencia que tuvo en el pasado, pero sigue siendo un sector estratégico del que depende y dependerá el hombre en el futuro; todos tenemos la responsabilidad de garantizar que nuestras tierras agrícolas sigan suministrando alimentos a la humanidad, hemos de seguir progresando pero siempre teniendo presente lo que significa una agricultura sostenible.

    En los últimos cincuenta años, nuestra profesión ha experimentado más cambios que en toda su etapa anterior; hemos pasado de una agricultura de subsistencia con la mayor parte de la población empleada, a una agricultura profesionalizada, encargada de abastecer de materias primas a la mayoría de los habitantes dedicados a otras actividades; hemos pasado de comprar y vender en especies, en el mercado de la plaza del pueblo a negociar en Euros y a la internacionalización del comercio. El rendimiento en el trabajo, y la capacidad de producción ha aumentado espectacularmente; hemos dejado de sufrir el frío y el calor diri8iendo las mulas o los bueyes, al aire acondicionado de los tractores que conducirnos, y sin duda, hemos ganado en calidad de vida.

    Sin embargo esta modernización ha tenido algún efecto negativo para el medio ambiente en general, y especialmente para el suelo, que es el principal recurso del que depende todo nuestro sistema productivo. La agricultura actual basada en el laboreo intensivo ha acelerado los procesos de erosión y desertificación de nuestras tierras. Varios estudios demuestran que en determinadas zonas de nuestro país se han medido pérdidas de suelo de hasta ochenta toneladas por hectárea y año, con la consiguiente disminución de su fertilidad; este proceso le está sufriendo, en mayor o menor medida, el setenta por ciento de la superficie agrícola de nuestro país; la percepción de este fenómeno es más larga en el tiempo que una generación, por tanto para el agricultor, siendo un problema real, puede pasar desapercibido.

    Dentro de las prácticas más agresivas para el medio ambiente destaca la quema de rastrojo que, además de producir grandes emisiones de CO2 a la atmósfera, limita la capacidad del suelo para fijar carbono y con ello la pérdida de materia orgánica (Ver gráfico Nº 1); además se destruyen los nutrientes naturales del suelo y se dalia gravemente su actividad biológica, incluidas las mejores aliadas del agricultor que son las lombrices, encargadas de oxigenar la tierra y de renovar y reciclar los nutrientes oxidados para ponerles a disposición de los cultivos Esta práctica deberla ser prohibida independientemente de los riesgos e impacto medioambiental, simplemente por una cuestión de supervivencia y de futuro de nuestro sector; paralelamente se deberían proponer alternativas a esta mala costumbre e incentivar las técnicas agrícolas conservacionistas que permitan no destruir la paja y aprovecharla como protección y alimento de nuestros suelos.

    Por otra parte, en la agricultura convencional se ha generalizado el monocultivo de cereal en los secanos, que además de dificultar el control de las malas hierbas ha propiciado que se conviertan en plagas especies de insectos que inicialmente fueron creados para facilitar la diversidad de cultivos.

    El haber abandonado una adecuada alternativa de cultivos ha dificultado la proliferación de especies, tanto animales como vegetales, teniendo consecuencias negativas en cuanto a la biodiversidad en general.

    En lo que se refiere a los aspectos económicos, a lo largo de este medio siglo, no hemos aprovechado todas las posibilidades de economía agraria, porque no siempre hemos aplicado criterios de rentabilidad a nuestra actividad laboral ni tampoco hemos desarrollado bien todas las tecnologías disponibles.

    Además, no hemos sido capaces de diversificar actividades dentro del sector rural y de aplicar una agricultura multifuncional para sumar valores añadidos a nuestras producciones primarias. En realidad lo que hemos logrado es una excesiva mecanización y sobre todo "tractorización" que nos ha obligado en muchas ocasiones a extensificar nuestras explotaciones comprando o alquilando fincas a cualquier precio elevando Ion costos fijos de nuestras explotaciones haciendo inviable su rentabilidad.

    Uno de los parámetros por los que se mide la competitividad es el índice de caballos de potencia que empleamos por cada hectárea cultivada; en la actualidad la media en España es de 2'6 HP/ha con técnicas como la siembra directa este índice puede rebajarse basta el 0'70 HP/Ha. Este concepto es uno de los que más incidencia tiene en nuestros costos finales de producción, y no sólo por la inversión inicial, sino por el mantenimiento que implica este parque de maquinaria. (Ver tabla).

 

(Pluviom. 400-800 mm)

(Pluviom. <400 mm)

 

NL

LT

NL-LT

NL

LT

NL-LT

DATOS TÉCNICOS

 

 

 

 

 

 

Tiempo empleado (h-min/ha)

3-34

7-11

-4-23

2-57

6-18

-4-21

Gasóleo consumido

43,5

83,1

-39,5

39,5

74,2

-34,7

Producción obtenida (kg/ha)

4.497

4.368

+129

2.105

1.915

+190

DATOS ECONÓMICOS

 

 

 

 

 

 

Producto bruto (ptas./ha)

105.711

102.680

+3.031

48.787

44.298

+4.489

Coste de materias primas (ptas./ha)

26.482

23.104

+3.378

20.268

15.596

+4.672

Margen bruto (ptas./ha)

79.229

79.576

-347

28.519

28.702

+183

Coste de labores (ptas./ha)

12.753

22.484

-9.731

10.692

19.549

-8.857

Rendimiento económicos (ptas./ha)

66.476

57.092

+9.384

17.827

9.153

+8.674

NL - No Laboreo
LT - Laboreo Tradicional

    Otra de las consideraciones que los agricultores debemos tener en cuenta son las necesidades de fertilización racional de nuestros suelos, y realizar las aportaciones de abonado estrictamente necesarias para nuestros cultivos de acuerdo con un análisis previo. En el caso de la Agricultura de Conservación podrían reducirse entre un 20% y un 40% a medio plazo. En los últimos tiempos se habla de la "agricultura de precisión" y conceptos como competitividad", "imputs", "margen comercial", también los ha traído la modernidad, por ello dos de las herramientas de trabajo más importantes de los profesionales de la agricultura deben ser una calculadora y un bolígrafo, que sin necesidad de consumir gasóleo nos pueden aportar más rendimiento económico que otras máquinas mucho más costosas de mantenimiento. Creo también que en la última década, las compensaciones económicas de la P.A.C. no siempre han sido aprovechadas para mejorar las estructuras de nuestras explotaciones y consolidar su futuro, y han condicionado excesivamente las formas de producción agraria, abandonando criterios profesionales y acentuando, en ocasiones, aspectos meramente especulativo. En cualquier caso, por razones de economía elemental, el valor de nuestra cosecha ha de ser siempre superior a lo que nos ha costado producirla. ( Ver gráfico Nº 2 y gráfico Nº 3)

GRAFICO 2                                                                  GRAFICO 3

    La interdependencia entre agricultura y medio ambiente es cada vez más arando, en las puertas del siglo XX la ingeniería genética ha desarrollado cultivos transgénicos que pueden suponer un gran avance para la agricultura productiva, ante una cuestión tan trascendente, los agricultores tenemos el derecho y la obligación de estar bien informados y utilizar, o no, estas tecnologías responsablemente en función de las garantías científicas que obtengamos. En definitiva, la concepción de la agricultura ha de basarse en criterios económicos compatibles con el medio ambiente y calidad alimentaria, la sociedad nos lo está exigiendo cada día más; la generalización de las técnicas de la siembra directa podría cumplir esas premisas, aportando beneficio social, medioambiental y económico.

    Sería bueno que para crear esta conciencia se implicaran además de agricultores, políticos, proveedores y, técnicos agrónomos y, desde luego tos mensajeros encargados de difundir ideas y opiniones, que son los medios de comunicación en general.

                                                                                   

Atrás

 

 

 Enviar preguntas o comentarios para ABULAC a nuestro e-mail